Inquietud

Necia quimera

No se con que extraños lazos
esta mujer me domina
que a la par que me atre, y fascina
me desgarra el alma a pedazos.
No es una necia quimera
de un corazón inhumano.
No es el pensamiento vano del alma que desespera
ni es la soberbia fatal que goza haciendo sufrir
ni el gusto de descubrir la profundidad del mal.
Es un lamento, un grito,
que arranca el alma innoble
de ese deseo insaciable de conocer lo infinito.
Es en fin, del corazón,
la llama nunca extinguida,
Es el himno de la vida
que canta RESURRECCIÓN.

De mi libro de poesías "En el atardecer del otoño"