domingo, 20 de diciembre de 2009
Tristeza y soledad
Un rostro triste, expresa pensamientos profundos.
Porque no se puede sonreír cuando no hay complicidad entre
las personas.
No se puede sonreír cuando la indisciplina sobrepasa las normas establecidas.
No se puede sonreír cuando la persona se ofrece incondicionalmente y únicamente recibe reproches.
No se puede sonreír cuando no se escucha lo que dice.
No se puede sonreír cuando los demás quieran que sonría.
No se puede sonreír cuando se es abandonado por la familia.
No se puede sonreír cuando el dolor físico impide la mobilidad
Porque todas estas circunstancias dejan huellas que parecerán cicatrices en la faz de la persona.
Todas las familias felices se parecen, las infelices son cada una a su manera.
(Muriel Barbery)
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