sábado, 26 de junio de 2010

Que reine la tranquilidad




Hoy he tomado una decisión como consecuencia de lo que he visto a través del ojo indiscreto de la informática, esta me ha dado ha conocer el comportamiento que han tenido y tienen mis hijos en hacia mi los últimos seis años. El distanciamiento ha sido cada vez mayor, mis preguntas eran contestadas con silencios y lo que es peor con mentiras, el vació y la ignorancia hacia mi persona cada día ha sido mayor, que lastima cuanto les compadezco, porque aunque ante esta situación parece que perdemos todos, no es este el caso, concretamente ellos son los que mas pierden, porque pierden a un padre que les ha querido y ha hecho por ellos todo lo que humanamente es posible para su bienestar, yo en cambio no pierdo nada, porque me han demostrado que nunca les he tenido, y si alguna vez han dado otra impresión es por la rentabilidad que hayan podido obtener en un futuro.
Yo todos los días he dedicado un tiempo para pensar en mi familia, preguntándome como están y que hacen, y como no tenia respuesta me imaginaba que tal y como se vive hoy día, no se tiene el tiempo que uno quiere (siempre buscando una salida positiva, esto ultimo me lo ha enseñado mi Ceci) pero esto no ha sido así, se han aprovechado de todo cuanto han podido y han dejado que el tiempo determine la situación tal lamentable que tenemos entre padre e hijos.
Me quedo con sus recuerdos de infancia y juventud, y el resto lo dejo como una mala cena, pensando que algo de lo que he comido no estaba en buenas condiciones, y dado que tengo facilidad para vomitar, después de ese tiempo en que la comida me viene a la boca, con una manzanilla se restablece mi estomago y quedo como si no hubiese pasado nada.
Yo solo espero que reciban el doble de lo que yo he recibido, y si por casualidad hubiera algún tipo de respuesta a lo que expongo aquí no tengo ningún inconveniente en ir relatando en un futuro algunos pasajes, por si la memoria les falla.
“Chao, bambinos”

1 comentario:

  1. La manzanilla es buenísima para curar el estómago, no el corazón.
    Siento que el motivo de reengancharte a tu blog haya sido éste tan doloroso para tí.

    ResponderEliminar