domingo, 7 de febrero de 2010

El Muñeco de Nieve




(cuento fin de semana)






Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.
El hijo del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla.
Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. El pequeño estaba entusiasmado con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...
Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol mas cálidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. El niño lloro con desconsuelo.
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lágrimas, pequeño, por que acabas de recibir una gran lección:


Ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.

3 comentarios:

  1. lo que no le dijo al niño es que llegará otro invierno y volverá a nevar...

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  2. Me encantan tus cuentos. Enhorabuena

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  3. me alegra que salga el sol porque hace que se derritan los muñecos que nos forjamos en el obscuro invierno.

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